Una de las tantas alegrías que suele depararnos nuestra pasión por la pesca es la de conocer gente extraordinaria, que nos brinda su ayuda en los momentos mas penosos de nuestra actividad.
En otras épocas era muy común solicitar un teléfono para pedir auxilio al quedarnos encajados en alguna calle de barro o por algún inconveniente con el vehículo, hoy en la era del celular, este tipo de inconvenientes los podemos resolver por nuestros propios medios pero siempre es grato saber que sigue existiendo gente dispuesta a brindarnos su ayuda, aun casi sin conocernos.
En este caso, después de haber pasado una noche a la vera de la laguna de Chascomus, nos sorprendió una fuerte lluvia que nos obligo a partir al mediodía.Con bronca por no poder seguir pescando y con ganas de al menos hacer el asado antes de regresar, nos dirigimos a la casa de unos amigos de Marcelo,(Manuela y Gustavo) que nos abrieron las puertas de su casa y nos recibieron como veníamos, embarrados ,mojados y con un aspecto no muy elegante (vestidos de pescadores).
Después de hacernos café caliente, nos ofrecieron su flamante parrilla, picada mientras esperábamos, papas para acompañar el menú y mil otras molestias cuando en realidad ellos estaban disfrutando de la tranquilidad de su casa.
Tan agradecidos y sin palabras quedamos, que no sabíamos como agradecerles semejante amabilidad y viendo que ellos disfrutan de la cocina, la parrilla y que nombraron cocinar en un disco de arado, decidimos comprarles un lindo disco entre todos como gesto de infinito agradecimiento, sabiendo que ellos lo sabrían valorar.
Hace unos días Marcelo se los alcanzo y recibimos las siguientes fotos que nos llenaron de alegría y por sobre todo una profunda emoción que en mi caso "casi" me hizo caer un par de lágrimas.
Después de estas imagenes creo que realmente sobran las palabras.
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