Un invierno atípico con temperaturas muy bajas pero con vientos preponderantes del sector sudoeste fue sin dudas la constante y causal de la ausencia total del tan buscado pejerrey de Manila o Corno en la costa Marplatense.
En mi estadía de una semana en la ciudad, realmente el panorama con la pesca de pejerrey era nulo pero había una especie que estaba instalada para quedarse y en enormes cantidades, la pescadillola.
En esta pesca se utiliza una caña de variada larga en este caso una trial de silstar en 4.20 mts para poder manejar la linea y alejar el aparejo de las piedras al recoger. El reel fue un penn squall 15 (rotativo) cargado con nylon z4 del 0.33.Por último la particularidad del aparejo que se utiliza es que posee una boya elevadora arriba para mantenerla despegada del fondo e imprimirle mas vida a las carnadas, además es vital el uso de rulero cebador para atraer y luego mantener el cardumen. En el comienzo de la pesca hay que cargarlo tiro a tiro con caballa en aceite, cuando el cardumen esta asentado y el pique firme podemos hacerlo cada dos o tres lances pero nunca dejar de cebar si no queremos que el pique se corte.
La linea esta confeccionada con una madre del 0.60 de 3.80 de largo y separacion entre brazoladas de 1.20, las brazoladas de a.40 o 0.45 de metro de largo y anzuelos se usaron los niquelados pata larga de owner 1/0.
Con un día frío y amenazando lluvia, me encontré absolutamente solo en la punta externa de la norte pero acompañado por el contante pique de permanentes tripletes, solo tuve un par de lances con dobletes y ni uno solo con una o ninguna pieza. Una jornada de piques super abundantes que se mantendría así toda la semana.
La carnadas utilizadas camarón con una tirita de magru, cuando el cardumen estuvo a pleno el magru solo resulto igual de efectivo
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