Aguas Verdes, tarde soñada, con pesca entretenida.

Descanso, asadito hecho con quebracho, buenos momentos compartidos en familia, mucha tranquilidad y como si esto no alcanzara, buena variada.
Vacaciones ideales para cualquier mortal que disfrute el sano vicio de la pesca y sobre todo si el ultimo día de nuestra estadía la naturaleza nos regala un atardecer impecable con el mar en calma y buenos piques que curven nuestras cañas.
Gracias a la sugerencia de Pepe (mi cuñado, gracias a quien descubrí y me hice fanático  de Aguas Verdes ),a las 16 hs decidimos hacer unos tiritos desde la costa.Mi idea era pescar directamente en el muelle pero como el clima era excelente decidimos disfrutar de lo que implica pescar desde la orilla, con los pies en el agua.Gracias a mi acopio de carnada de las pescas anteriores, teníamos una variedad y calidad excelentes, langostino, camarones, anchoas, pejerrey, sardina y magru.
Probamos primero con langostino y anchoa y la primera termino siendo la mas rendidora.
Teníamos un suave viento de costa, lo que mantenía el  mar planchado y empujaba nuestros lances bien lejos.

Un tremendo pique arqueo la caña y clavada mediante comencé a temer que fuera una de las tantas rayas que en los días previos me habían hecho renegar de la pureza del lenguaje, pero los cabezasos que pegaba me decían " bagre o corvina" .Ya casi podía verle los bigotes cuando logre montar al pez en una ola y arrimarlo a mis pies, me sorprendí para bien al ver que era una hermosa corvina rubia de unos 3 kg.Poco frecuente por el tamaño y lo bien alimentada ya que muchas veces sacamos unas corvinas larguísimas pero muy flacas, esta realmente era espectacular.

 Al rato caña de Pepe pego unos lindos tirones y lamentando que justo se hubiera ido una escapada a buscar el equipo de mate y la cámara de fotos,  clave y rece por no perder la pieza.
En este caso fue una carbonera algo mas chica pero de un par de kilos largos.
En seguida me vino a la mente una fiesta de piques ya que el arranque era bárbaro, pero los toques de descarnadores no daban tiempo a las mas grandes a comer.Sin embargo salieron unas roncadoras bastante peleadores y una perita que una especie de la cual soy fanatico seguidor por lo electrico de su pique y lo sabroso de su carne.

Como broche de oro, nuestras mujeres (incluidas también las dos nenas mas chicas de Pepe ) nos acercaron el esperado mate, que en estas circunstancias se disfruto como nunca y nos acompañaron un vez mas, viéndonos disfrutar como chicos de estos ratos de felicidad infinita.

 El sol desaparecía y si bien no hacia frío, ya era hora de desarmar las cañas.
Solo por unas horas, ya que mas tarde nos esperaba el muelle !!!!.
Gracias Pepe !!!!.