lunes, 8 de octubre de 2012

Al mal tiempo buena gente.

El día sábado a las 14 hs, partimos desde Berazategui un grupo de pescadores del club que habíamos estado organizando un fin de semana a pura pesca desde hace ya 20 días.La salida consistía en visitar la laguna de Monasterio, en la cual ya teníamos reservas para dormir en dos cabañas que se encuentran dispuestas para tal fin, pescar toda la tarde y parte de la noche, comer una importante picada y un buen asado y al otro día embarcarnos y pescar todo el día para luego al salir, comer otro asado y luego regresar.
Como las condiciones climáticas no eran buenas ( en la noche del viernes habían caído 50 mm de agua ) y además lloviznaba intermitentemente, decidimos que si el camino de tierra para entrar a la laguna nos impedía acceder ; pondriamos en marcha el plan B que consistía en cambiar el destino y concurrir a nuestro pesquero exclusivo en la laguna del burro.
Al salir a la ruta y ver en que condiciones se encontraban los campos ya nos dimos cuenta que la situación se iba a complicar, por lo tanto desde el coche llamamos a los pesqueros mencionados y nos contestaron en ambos casos que los accesos estaban intransitables.
Para colmo de males, el grupo estaba integrado por 8 pescadores divididos en 3 coches pero a ultimo momento el dueño de uno de los vehículos, que además era el que tenia ya cargado el batan con un montón de elementos, no pudo salir al mismo tiempo que nosotros por motivos laborales, para lo cual convenimos que a las 19 o 20 hs nos encontraríamos en el destino elegido.
El lugar donde decidimos ir termino siendo la compuerta que comunica el arroyo girado con la laguna de Chascomus, ya no tendríamos la comodidad para dormir en las cabañas pero decidimos pasar la noche a la vera de la laguna y no en un hotel para no sacrificar la pesca, siempre pensando que nuestro amigo demorado vendría a tiempo para pasar la noche con una carpa, leña, carbón y todos los elementos que nos faltaban.
Lamentablemente termino tardisimo y hacerlo venir manejando cansado no nos pareció prudente así que convenimos esperarlo el domingo a la mañana y refugiarnos en los coches si es que queríamos dormir un rato.
En cuanto a la pesca, la laguna se encuentra muy crecida, el pique de pejerrey fue casi nulo, creo que el motivo se debe a la turbidez del agua y a la impresioate cantidad de camarones que hay en la laguna ya que con un copo haciendo una pasada por el fondo extraiamos en cada tiro por lo menos 40 o 50 y bien grandes, salían muchos dientudos y por la noche pescando a fondo con lombriz muchos porteños grandes, bagres sapo de todos los tamaños y algunas carpas de 2o 3 kg.
Hicimos un buen asado y después de comer pescamos un rato pero la llovizna y el frío sumado a la falta de leña (que estaba en el batan) hizo que nos acomodaramos en los coches y descansáramos hasta el otro día.
Cuando me desperté el domingo a las 7.30 hs teníamos ya la grata llegada de Chelo, el integrante que faltaba, que además había traído unas media lunas de Atalaya calentitas, el calentador para poder tomar unos mates y todos los elementos que tanto habíamos extrañado la noche anterior. Ahora si, dijimos y después de desayunar, armamos todos nuestros elementos de pesca y además al mediodía nos ibamos a hacer otro asadazo para compartir y disfrutar.
A las 10 de la mañana la garua que caía se transformo en lluvia y decidimos desarmar todo y buscar un lugar con parrilla techado para hacer el asado y luego regresar. Pero realmente no se presentaba sencillo, todo estaba lleno o no había refugio de la lluvia.
Chelo decidió entonces llamar a un amigo que estaba en Chascomus para preguntarle a donde podíamos ir y si el conocía algún lugar adecuado para lo que nosotros queríamos hacer.Gustavo y su señora nos recibieron en su casa sin importarles que eramos muchos y que veníamos embarrados, ni la hora ni nada.Enseguida nos acomodaron en la cocina, nos hicieron café caliente y nos ofrecieron de todo aunque solo conocían a nuestro amigo Chelo.Nosotros agradecidos ya casi con vergüenza por haberles caído en su casa y provocarles tanto trabajo insistiamos en buscar un sitio para hacer el asado pero no en su casa, ya que ellos estaban descansando el fin de semana y nos parecía ya demasiada molestia pero nuestros anfitriones insistieron en brindarnos su casa y su parrilla y con mucha vergüenza accedimos ya que a esas alturas decir que no ya era casi como un desprecio.


 Bajamos todos los elementos del coche, tapamos la parrilla de carne, chorizos,ajies y morcilla y mientras se cocinaba a fuego lento nos pusimos a armar una "picadita", además Manuela se puso a pelar papas que luego comimos con el asado y a medida que entramos en confianza realmente comenzamos a difrutar de un mediodía inolvidable por lo agradables que eran nuestros anfitriones y el lindo ambiente que se genero.
Comimos la picada en la que no falto nada, todo acompañado con un buen fernet-cola, gaseosas, soda y vino tinto, también un buen blanco en este caso para la señora de la casa.
 Realmente solo tenemos infinitas palabras de agradecimiento para con nuestros anfitriones que transformaron nuestro fallido fin de semana de pesca en una experiencia inolvidable.
Después de comer y charlar un buen rato, vino el postre ( unos panqueques que mi señora me había preparado para compartir ) con un dulce de leche casero que compramos en Chascomus.

 Nos despedimos y dejamos los coches en la puerta de su casa para hacer una recorrida por el lugar que realmente es muy lindo y tiene un arroyo que en seguida nos llamo la atención.
Al volver a los coches no podíamos creer lo que veíamos, como habíamos dejado una pastafrola nos estaban esperando para compartirla antes de partir, realmente, me hicieron emocionar.

 Gracias de parte de todos nosotros por ser tan buena gente y demostrarnos a los que somos cada vez mas incrédulos, que no todo esta perdido y que nuestro país tiene muchos contrastes, pero sobre todo son este tipo de gente, con su modo de brindarse a los demás los que lo hacen grande.
Manuela y Gustavo, GRACIAS !!!!!!  Y MAS GRACIAS.

Esta historia, en parte puede contarse gracias a un grupo de pescadores fanáticos que nos fuimos conociendo en nuestro querido club, y como yo suelo decir siempre, estoy muy feliz de que además de pescar se cumpla la función social que los clubes deben tener, generando lazos indestructibles de amistad entre gente y haciéndonos disfrutar un poco mas de la vida.    

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